“El mundo es y será una porquería ya lo sé... en el 503 y en el 2000 también...”
Llego a mi casa, pego un portazo, tomo una copa, la arrojo contra el muro, y dejando el piso cubierto de cristales, todo, en un segundo, hecho añicos ...hoy es uno de esos días en los que sería capaz de cerrarle la puerta en la cara al mismo Papa si me sintiese molesto con él... No estoy de acuerdo con callar, reprimirme, no expresarme como quiera o piense, o simplemente sienta, para no “ofender” a la conciencia colectiva.
Y es que me aburrí de sonreírle a medio mundo... “porquería... porquería...” exactamente eso es lo que siento, llevamos siglos y siglos peleando por las mismas cosas, siempre tratando de imponer nuestro punto de vista, o simplemente hablar a espaldas de quien estamos criticando... y si no es eso, si nos decidimos a enfrentar a ese alguien, cambiamos las palabras para no hacer tan dura nuestra opinión, para hacerlo más bonito, “disfrazando los lobos de ovejitas”... poco a poco vamos cayendo en la hipocresía, y al menos no somos tildados de violentos, somos lo más buenos y angelicales posible, moviéndonos a donde calienta el sol, y así cerramos muchas veces las puertas a lo justo porque puede traernos problemas, “para poder guiarnos con parsimonia por las piedras”, yendo por donde el camino es menos escabroso, por miedo a caernos, o a que nos vean hacerlo, que es peor.
Actuando de esa forma queremos llegar al cielo, tocar las estrellas, ser (bueno, parecer) celestiales... casi perfectos... pero no podemos, y caemos de nuevo, aterrizamos forzosamente en este mundo saturado de “complicaciones” si es así como se prefiere llamarles a las cosas que hacen la vida entretenida, a todas esas pendientes que hay que subir , y que miramos con cansancio antes de escalarlas...
¡¡No!! (grito)... me cansé de esto, y prefiero ponerle la cara a todos los problemas y decir todo a quemarropa, pero sin el afán de herir, sino que para evitar dobles estándares, y no le doy la espalda a lo que me pueda dañar, sé que lo que no me elimina puede hacerme más fuerte, mucho más fuerte....
Más de alguno pensará y recordará las escenas de un reality show... los “cara a cara”, (la nueva cultura del cara a cara, la llamarán) y lo encontrarán ridículo, pero no es así esta vez no será una teleserie, será algo muy real...
Quizás si cada uno de nosotros cooperara con esta causa, terminaríamos con la cobardía, la cultura del eufemismo, con lo que día a día frena nuestra capacidad de progreso, de ser más grandes, y solo en ese instante el mundo nos verá con respeto, las puertas estarán realmente abiertas...... bueno y si no lo están, nosotros mismos las abriremos, y cerraremos cuando queramos...
Con permiso, debo limpiar los vidrios del piso... ( no creerían que todo iba a ser color de rosa ¿cierto? )
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