Podía ser la peor forma de empezar el día para algunos. Tediosa, Incómoda. Un tumulto asfixiante, para todos, menos para él. El metro a las 8 de a mañana le regalaba una sonrisa, mientras su canción se colaba desde los audífonos. El vagón era su hogar, Su barcaza, Su piragua. Su nombre era Guillermo Cubillos
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